Finalmente hilaron los capullos estas larvas japonesas, y como se puede ver en la foto son capullos acinturados de un tamaño bastante minúsculo, muy ligeros incluso al tacto; pero lo que sigue sorprendiendo es el auténtico festival de colores de estos envoltorios de seda. Son colores muy suaves, pastel podríamos decir, que van del blanco más puro al rosa pasando por el blanco verdoso, el amarillo, el naranja o el salmón. Todo un deleite para la vista.
Y el espactáculo continúa con la aparición de las mariposas. Esta raza, de muy pequeño tamaño, no deja de sorprender de una forma considerable. En la foto podemos apreciar el contraste de colores entre el amarillento de las alas y lo oscuro de los preciosos dibujos que muestra. Algunos de los individuos, además, tienen el cuerpo atigrado, pues muestran bandas algo más oscuras en los segmentos. Una maravilla de raza.
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