He aquí las larvas blancas de esta raza de gusanos. A decir verdad, no son blancas del todo, pues tienen unos ocelos levemente marcados y una rayita negra en la parte postcefálica que recuerda mucho a razas como Almería/Galera y otras de origen español. Además cuando terminan la última muda adquieren un color beige tostado como también hacen otras razas españolas. Así pues, con estos datos, me atrevo a afirmar que estamos ante una nueva raza española que llevo criando desde hace más de 30 años. Y no solamente son datos de apariencia física si no que también los datos cuantitativos demuestran su origen peninsular. Habrá que esperar el color de sus capullos así como su forma y tamaño para confirmar definitivamente la sospecha de que estamos ante una raza española y para atribuirle el nombre que le corresponde.
El color del capullo, ovalado, es un amarillo pálido, un amarillo de oriegen claramente español. Aunque todavía queda por acabar de depurar esta raza, por las dimensiones de los capullos casi podemos asignarle con toda seguridad su nombre exacto. Según la bibliografía consultada son ejemplares de la raza Rubí.