domingo, 24 de abril de 2011

POLIHÍBRIDOS ARGENTINOS

Estos ejemplares de Bombyx mori y unos cuantos más que andan por la caja, llegaron en Enero desde Argentina. Además de la larga distancia que nos separa, la simiente de esta variedad de gusanos ha tenido que superar la diferencia estacional que existe con respecto al hemisferio sur (cuando nosotros estamos en el verano, ellos están en el invierno). Aún así, superadas todas las trabas que la naturaleza nos impone y, después de tenerlos en la nevera durante mes y medio, nacieron los primeros individuos cuando aquí, justito, despuntaba la primavera y las primera hojas de morera aparecían en los árboles.
Estos que veis en la fotografía miden 7 cm. de longitud, con ocelos muy marcados y máscara bien visible. Tienen 37 días y ya realizaron la última muda, con lo que presumiblemente muy pronto empezarán a hilar su capullo, que según me aseguraron, será blanco inmaculado. La foto de la polilla, cuando éstas aparezcan. Los expertos aseguramos que es una variedad polihíbrida, sin ningún interés más que el de la producción de seda a nivel industrial.

Aquí podemos ver los capullos completamente blancos y ovalados de estos polihíbridos argentinos. Su tacto es suave y se les nota compactos. A excepción del capullo central que es de pequeño tamaño, todos los demás son grandes, lo que refuerza la opinión de que son gusanos especialmente creados para la producción industrial. Obsérvese el capullo que en la imagen aparece en la parte superior izquierda, pues es un capullo ocal (capullo formado por dos individuos o capullo doble) que, a diferencia de otras razas y aún siendo de calidad inferior, tiene un tacto igualmente suave.
Si observamos con atención la foto correspondiente a los capullos de los blancos italianos y los comparamos con los de los polihíbridos argentinos, podemos concluir que ambas razas o variedades de gusanos son primas hermanas.

Y finalmente llegó la mariposa, enorme por cierto, un ejemplar hembra de lo más rellenito. Completamente clarita, sin nervaduras marcadas y de un color beige muy clarito. Era de esperar que después de 8 cm. largos de larva y de esos capullos gigantes, especialmente seleccionados mediante cruzamientos para que den seda de mejor calidad, apareciese una mariposa igualmente grande que junto al macho de tamaño algo menor, estarán cumpliendo con el instinto natural. A los 11 días de la primera puesta la sorpresa está servida una vez más, pues estos polihíbridos son bivoltinos.

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